Freelance: qué es. Ventajas e inconvenientes

Seguro que has oído muchas veces eso de “soy freelance”, un término muy usado hoy en día. ¿Qué es exactamente?

Se conoce como freelance a aquella persona autónoma que trabaja por cuenta propia y de manera independiente, posee su cartera de clientes y no tiene un contrato de exclusividad con nadie. Estos profesionales ofrecen sus servicios a empresas, negocios o pymes para realizar un proyecto o tarea concreta y de una duración determinada, sin crear una relación de dependencia. Por ejemplo, un diseñador web puede anunciar sus servicios online y llevar a uno o a varios clientes a la vez.

Es importante recalcar que un freelance, al ser su propio jefe, asume toda la responsabilidad en cuanto al negocio. Esto se traduce en que debe organizar los asuntos legales, los contratos, las facturas, la contabilidad y los plazos.

Hoy en día, este modelo de trabajo ha experimentado un crecimiento exponencial debido al auge de las nuevas tecnologías, el teletrabajo y el cambio de mentalidad con respecto al modelo tradicional de la generación anterior.

¿Cómo trabaja un freelance?

Normalmente, suele trabajar desde su propio domicilio o tiene una oficina propia en un espacio compartido, como un coworking o una cafetería. Lo único que necesita es un buen ordenador y una conexión óptima a internet.

Por norma general, un freelancer acuerda previamente con el cliente los objetivos, los costes, los tiempos y plazos de entrega de la tarea que se va a realizar. En ocasiones, puede solicitar un adelanto. La ventaja es que, si el cliente ha quedado satisfecho con el trabajo, el marketing de recomendación suele dar sus frutos, lo que llevará al trabajador independiente a conseguir más y más clientes y hacerse autopromoción.

En ocasiones, un freelancer puede trabajar mano a mano con otros autónomos y crear una red de servicios interesantes, en la que cada uno de los integrantes sea experto en un área específica y pueda aportar su conocimiento.

¿Cuáles son las ventajas de ser freelance?

Sin duda, este modelo puede resultar ideal para muchos, ya que ofrece una gran variedad de beneficios. Vamos a conocerlos:

  1. Puedes trabajar en tu casa o en cualquier otro lugar del mundo porque no dependes de una oficina ni de un puesto físico.

  1. Tú y sólo tú controlas los tiempos:
    Esto puede ser bueno y malo a la vez, según cómo se mire, ya que lo importante es priorizar tareas y gestionar bien el tiempo. Si sabes cómo hacerlo, serás mucho más productivo y tendrás más resultados en menos tiempo.
  2. Eliges en qué proyectos te interesa trabajar:
    Puedes rechazar a clientes que quizá te den más quebraderos de cabeza que otra cosa.
  3. Tratas directamente con el cliente:
    Aprender a relacionarse con diferentes perfiles de personas y sus necesidades es una habilidad que influirá mucho en el éxito del negocio.
  4. Puedes ahorrar dinero y tiempo en transporte: no tienes que ir a ningún sitio, si no quieres.
  5. Tendrás más momentos libres para pasarlos con la familia y los amigos, si gestionas bien tu tiempo.
  6. Los ingresos pueden llegar a ser mucho mayores que trabajando para una empresa:
    En este caso, los beneficios económicos dependerán de tu esfuerzo, dedicación, aportación y la confianza que tengan los demás en ti. Por ello, es importante ofrecer experiencia y resultados.
  7. Los beneficios son tuyos y tú decides tus tarifas:
    Antes de que fijes un precio por hora, ten en cuenta que no es lo mismo trabajar en un proyecto grande que en uno más pequeño.
  8. Puedes imponerte a la competencia: cuentas con la baza de ser más competitivo con los precios que las empresas más grandes.

Desventajas de ser freelance

No todo va a ser de color de rosa, ¿no? Aquí te cuento algunos de los principales obstáculos que una persona freelance puede encontrarse:

  1. Los ingresos no son constantes:
    Puede que esta sea la desventaja más destacable. Habrá meses y temporadas muy fructíferas y otras que no lo sean tanto. La estabilidad estará sujeta a la estacionalidad del servicio que ofrezcas (si la tuviera), los problemas económicos del país, las pandemias o los problemas personales de determinados clientes.
  2. Requiere experiencia:
    No queremos decir que sea imprescindible tener una carrera profesional de diez años demostrable para lanzarse a ser freelance, pero sí contar con un perfil con algo de conocimiento y experiencia práctica. Esto genera confianza en posibles clientes y, además, te hará sentirte más seguro de ti mismo/a.
  3. Si te organizas mal, puede que tengas dificultades para conciliar vida profesional y personal:
    Muchos freelancers y autónomos acaban trabajando más horas de las que deberían. Sería recomendable fijar unos horarios comerciales y, fuera de ellos, no atender a llamadas, e-mails o mensajes de clientes.
  4. Tienes que buscar tus propios clientes:
    Esta tarea no es fácil, ya que supone atraerlos y fidelizarlos. Todo dependerá de la estrategia de ventas y del marketing que apliques. Por este motivo, suele ser el proceso más costoso, especialmente en los comienzos.
  5. Tendrás que asumir que no podrás coger días por asuntos propios o enfermedad, ni tampoco vacaciones remuneradas.
  6. Implica vivir con mayor incertidumbre y más riesgos que trabajar para una empresa:
    Por este motivo, se trata de un modelo de trabajo que no es para todo el mundo. Sin embargo, vamos a ser realistas. Hoy en día no tienes nada seguro, tanto si trabajas para alguien como si lo haces por tu cuenta.
  7. Puedes encontrar dificultades a la hora de cobrar a tus clientes: Hay casos de clientes que pagan a dos meses, por partes o directamente, no pagan. En ese sentido, una empresa lo tiene más fácil porque cuenta con una posición más formal y puede exigir ciertos detalles administrativos o comerciales como, por ejemplo, cobrar intereses.

  1. Impuestos y legalidad:
    Como persona autónoma, hay que estar al día de todo lo relacionado con leyes e impuestos. Si acabas de empezar o vas a hacerlo, es preferible que busques la ayuda de alguien que sepa más. Y, si puedes permitirte un asesor, mejor que mejor.
  2. Aislamiento:
    Esto dependerá de cada uno. Hay personas encantadas de trabajar solas y no les supone ningún problema hacerlo sin relacionarse cara a cara con el resto del equipo. En el caso de que seas una persona sociable y necesites ese contacto humano, siempre podrás acudir a algún espacio de coworking de tu ciudad o a alguna cafetería cercana.

El principal inconveniente de este tipo de autónomo es que tiene que pagar unas cuotas más altas a la Seguridad Social. Además, al llegar a la edad de jubilación no puede seguir trabajando y cobrar el 100 % de su pensión.

La buena noticia es que su responsabilidad está limitada al porcentaje del capital que haya aportado a la empresa. Esto significa que no responde frente a terceros con su propio patrimonio (como le pasa al autónomo a secas), por lo que gana en tranquilidad. En cuanto al pago de la cuota de autónomos, el responsable es el obligado tributario. Es decir, el autónomo societario y no la sociedad.

Es habitual que los socios carguen la cuota en la cuenta de la sociedad mercantil de la que son partícipes. Este pago se considera una retribución en especie. El gasto es deducible para la sociedad en el IRPF, como gasto de personal, y también para el socio, como gasto de Seguridad Social. Sin embargo, lo normal es que los socios domicilien la cuota en su cuenta bancaria. Especialmente cuando el trabajador no cobra una nómina, sino que emite una factura.

Conclusión

Si estás pensando en trabajar por tu cuenta, debes sopesar los pros y contras y asumir que, al final, tendrás toda la responsabilidad de tu negocio.

Freelancing es sinónimo de libertad profesional, pero también implica inestabilidad e incertidumbre.

Un consejo que te puedo dar es que establezcas tus propios límites y los tengas claros, ya que esto marcará la diferencia en tu trabajo. También es muy importante que cuides la relación con el cliente para que se sienta seguro contigo. Demuestra que eres una persona profesional, madura y comprometida con lo que haces.

En definitiva, ser freelancer tiene muchas ventajas y puede ser muy interesante. Si tu idea es ser empresario en el futuro, es una buena ocasión para aprender y conseguir más experiencia. En este caso, sería el paso previo antes de emprender y contar con un equipo de trabajo propio

ventajas de freelance
Freelance: qué es. Ventajas e inconvenientes
ventajas de freelance
Freelance: qué es. Ventajas e inconvenientes