El 54,5 % aproximadamente de la población mundial vive en ciudades, aunque se prevé que, en 2050, este porcentaje suba hasta al 66 %. En España, sin embargo, debido a la difícil situación del empleo, que ya es una tradición del país, y la crisis sanitaria derivada de la pandemia del COVID-19, hay personas que están abandonando las grandes ciudades porque tienen en mente emprender en zonas rurales. Esta tendencia va de la mano de otro problema que arrastramos como nación: la España vaciada.

La situación no invita al optimismo. Según el Directorio Central de Empresas (DIRCE), los datos sobre la creación de compañías a nivel nacional, en los años de pandemia y pospandemia, no son muy esperanzadores.
No obstante, queremos hacer un llamamiento al optimismo y enfocarnos en las posibilidades que tenemos y no en los inconvenientes. De hecho, si te animas a iniciar tu propio negocio, hay muchas propuestas nuevas donde puedes buscar inspiración y recursos.Una de las más interesantes es emprenderenelpueblo.com, iniciativa con la que se abordan asuntos que abarcan, desde la búsqueda de una vivienda fuera de la ciudad, hasta la puesta en marcha de objetivos realizables.
La herramienta ofrece:
- Estudio de los servicios básicos de salud o educación con los que se debe contar, en función de la realidad familiar de cada persona.
- Cómo llevar a cabo la transición de una economía adecuada para el medio urbano a una economía adaptada al mundo rural.
- Los pasos que se tienen dar para crear una empresa, desde la idea a su pleno funcionamiento.
Un entorno apropiado
“Somos la media de las cinco personas con las que pasamos más tiempo”
Jim Rohn (Emprendedor)
La mayoría de los emprendedores rurales (y urbanos, también) deben enfrentarse a un condicionante importante: la soledad. En este sector, es habitual notar cierta sensación de aislamiento, de no tener a quién preguntarle o en quién apoyarse.
¿Qué es lo que debe tener un entorno apropiado? Por encima de una buena conexión a Internet que permita la comunicación, lo importante es contar con compañeros de viaje, aliados y personas con las que compartir, si no objetivos, sí inquietudes. Es decir, lo ideal sería ir a un pueblo en el que hubiera personas haciendo cosas.
Si ya has tomado la decisión de emprender en el mundo rural, tienes dos opciones:
- Adaptar el entorno a tus objetivos:
Consiste en buscar y buscar ese lugar que se adapte a tus necesidades, aunque sepas que nadie va a garantizarte un sitio perfecto para lo que necesitas. Eso sí, debes tener cuidado porque puedes acabar metiéndote en un círculo vicioso de cambio permanente al perseguir algo que, a lo mejor, no vas a encontrar. - Ser tú el primero, el agente de cambio. Hacer el primer sacrificio para crear el entorno:
Esta segunda opción es la que eligen aquellos que tienen el talento y la persistencia suficiente para atraer a otras personas con el mismo propósito, trascender el lugar en el que se encuentran y llegar a casi todos los rincones del país con sus proyectos. De esta forma, consiguen que otros lugares se transformen en un entorno favorable para las personas con propósito.
Aquí tenéis a algunos de estos héroes del emprendimiento rural que hemos seleccionado para que os inspiren con sus casos de éxito.
Redplantea Garden
Hace tres años, la bióloga Paula Callejo Correa aplicó su formación y filosofía de vida en la creación de Redplantea Garden, una compañía especializada en jardinería y agricultura ecológicas.
Ubicada en el polígono industrial de Molina, a orillas del río Gallo, esta empresa dispone de 1.000 metros de exposición, distribuidos entre la parte exterior y la tienda, donde también hay una floristería. En línea con su apuesta por la sostenibilidad, su especialidad es la flor preservada, aunque también trabaja con flor natural, sobre todo de producción nacional. En todos los casos, Paula Callejo, que siempre ha tenido inquietud por la restauración, se encarga de asesorar a los particulares y buscar los precios más competitivos. En respuesta a su preocupación por el medio ambiente, la compañía ha puesto en marcha una floristería de alquiler donde, por ejemplo, ofrecen centros para bodas y eventos.
Además, reutilizan las flores para abaratar costes y ser más sostenibles. A día de hoy, su cliente es muy diverso ya que el funcionamiento de la tienda ‘online’, unido al boca a boca, ha atraído a usuarios de todos los puntos de España.

ALDOUS BIO
Antonio Pellón, fundador de este negocio ecológico, basado en alimentación saludable y vegetariana, sabía que su idea tenía futuro: «No hay que pensar en lo que a uno le gusta, sino en lo que al cliente le gustaría y estaría dispuesto a pedir. Hay que trabajar sobre tendencias con valor añadido”. Con esta filosofía, en poco más de cuatro años, su empresa podría multiplicar por tres su tamaño.
La compañía, según Pellón, ya ha descubierto dos líneas de negocio: una basada en el precio y otra en la calidad. Y ambas le funcionan muy bien, ya que asegura que hay gente que no está dispuesta a pagar según qué cantidades, pero otras sí. Algunos de los productos que trabaja, como las algas o espirulinas, son demandados por cada vez más usuarios a través de internet.
Pellón valora las ventajas de haberse asentado en un pueblo como Almonacid, situado en Castilla-La Mancha, a la que considera “un paraíso administrativo”. Para él, lo que hay son personas y no ventanillas. “Además del lujo que supone que, en una sola mañana, puedas hacer todos los trámites en Cuenca”. Las condiciones del entorno benefician a su proyecto. «Lo fundamental es ser competitivo y aquí lo eres. El terreno, por ejemplo, con el que voy a levantar mi nueva fábrica en Almonacid es de 7.000 metros cuadrados. Aquí el precio es de dos euros el metro cuadrado, algo razonable, pero impensable en una gran ciudad«.
Este emprendedor opina que hay que saber dónde se puede ser más competitivo que los demás para darle viabilidad a la empresa y, a partir de ahí, no dejar de formarse ni de reciclarse. Ahora puede enviar pedidos a Alemania o Italia, por ejemplo, a través de empresas como Amazon que hacen la entrega en veinticuatro horas y Correos que presta un buen servicio en las zonas rurales. “La conectividad y el 5G son esenciales«.
En la actualidad, la empresa cuenta con 14 trabajadores, aunque su buena marcha indica que, en poco tiempo, ampliará plantilla con la nueva fábrica que construirá en Almonacid. Ha tenido ofertas de compra, pero de momento las ha rechazado. “Se nos ocurrió la idea en el garaje del abuelo de mi mujer. No soy de Silicon Valley, pero sí de Almonacid”.

El arte de la recreación histórica
Elena y Emilio son una pareja de Cuenca y Valencia respectivamente que, hartos de Madrid, decidieron volver a la serranía conquense. Después de visitar varios pueblos, se instalaron en Tragacete (259 habitantes). Un emprendedor rural debe tener en cuenta la buena disposición del alcalde y cómo funciona la administración local. En este caso, Diego Yuste, primer edil del municipio, resultó ser una persona creativa y emprendedora, que les dio todo tipo de facilidades para arrancar su negocio.
La pareja ha fundado Northern Traders, empresa dedicada a ofrecer las mejores réplicas de artículos históricos donde, detrás de cada pieza, hay una exhaustiva investigación realizada con mimo y detalle. Esta compañía, que fomenta la artesanía y domina oficios como la bisutería, el latón o el cuero, ha tenido pedidos importantes de productoras televisivas.

Para ellos, el ritmo y el nivel de vida de Madrid eran excesivos y vieron que en Cuenca reducirían los gastos. “Eso sí, hay que tenerlo todo muy claro y tampoco idealizar el medio rural. Debes plantearte una estructura del negocio, porque va a ser tu medio de vida”, explica Elena. “Hay que hacer muchos números«.
Estos dos emprendedores reparten las funciones. Emilio trabaja en los pedidos y Elena realiza envíos a través de Correos y se encarga de la logística más fundamental. En el primer aniversario de su proyecto, ambos están muy satisfechos. Han encontrado un ritmo de vida más lento y viven rodeados de aire puro y animales. Ni siquiera el invierno les parece tan duro ya que se sienten afortunados con el cambio. En Castilla- La Mancha, se están levantando más proyectos a la luz de la Ley de Lucha contra la Despoblación y sus incentivos. El último, por ejemplo, es una iniciativa de carácter social impulsada por Cáritas en Letur (928 habitantes). Se trata de un bar con personas en riesgo de exclusión social que pertenecían a la Fundación El Sembrador, cuya sede está en Albacete. Y vendrán muchas más iniciativas porque en el medio rural también las ideas surgen, fluyen y se concretan.